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“El turismo es importante para la vida en Bogotá y entre todos lo vamos recuperar”, Alejandra Medina Lancheros, guía turística

 

El 14 de octubre se iniciaron las labores de reactivación económica, bajo el esquema de una estrategia denominada: “Los Fantasmas y los Personajes Históricos de La Candelaria”, que impulsa el Instituto Distrital de Turismo (IDT), en alianza con la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (FUGA) y la Alcaldía Local de La Candelaria. El uso de tapabocas, el distanciamiento físico y las restricciones en el número de asistentes a la actividad, estarán ajustadas a los protocolos de bioseguridad establecidos por las autoridades. Los recorridos están habilitados desde dicha fecha hasta el 1º de noviembre, de miércoles a domingos.  

 

POR: Instituto Distrital de Turismo (IDT) de Bogotá

 

Realizamos un recorrido por el sector de La Candelaria de Bogotá, de la mano de Alejandra Medina, experta guía turística, quien nos acompañó para su perspectiva sobre la reactivación del turismo en la capital colombiana. Ella comenzó sus labores desde los 18 años y estudió la Tecnología en Guianza de Turismo en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Se especializó en turismo terrestre; cumpliendo sueños de personas que querían conocer el mar en Santa Marta, Cartagena y en el departamento de La Guajira. Ahora: su especialidad es Bogotá. 

 

¿Cuándo empezaron las labores? 

 

“¡Estamos muy felices de haber iniciado el 14 de octubre, después de siete meses de absoluta quietud!”.

 

¿Cómo fue esa sensación de haber comenzado después de tanto tiempo de inactividad en la industria?

 

“Mi vida es esto, la gente, las calles, los turistas, redescubrir la historia de mi país con ellos. Fue un mar de emociones increíbles. Recuerdo que mi último tour fue desarrollado el 16 de marzo con viajeros de Puerto Rico. Con ellos, casualmente, recorrimos toda La Candelaria, en donde ahora estamos; y también realizamos recorridos de Bogotá y Cundinamarca.  Han sido momentos de alegrías, ya que el turismo es importante para la vida en Bogotá y pienso que entre todos lo vamos a recuperar”.

 

¿Cómo fue el día que se enteró de la declaratoria de pandemia?

 

“Recuerdo que era el 18 de marzo, y se declaró la pandemia en Colombia, con la llegada del Covid-19 a nuestro país. Fue muy duro, porque fue de un momento a otro quedar de brazo cruzados y sin poder hacer nada. Comenzaron las cancelaciones de los grupos, todos y cada vez más en corto tiempo. Ese grupo ya no va, se cancela toda Semana Santa. Fue realmente un choque muy fuerte. Volver a empezar ha sido muy bello”.    

 

¿Qué hizo durante este tiempo que se mantuvo cerrada la ciudad?

 

“La verdad no he perdido un instante. Me estuve preparando con diversos cursos virtuales, e hice cuatro capacitaciones sobre todo lo relacionado con bioseguridad en el turismo, manejo de público en espacios cerrados y abiertos, así como, en manejo del servicio al cliente. Las capacitaciones las realizamos con colegas de Bogotá y de todo el país”.  

 

¿Qué es lo más llamativo e impresionante que le ha sucedido desde que se reiniciaron labores?

 

“Sentir las sonrisas de las personas es de esas sensaciones que más me han llamado la atención, y me impulsa a seguir con mis actividades. Ver los ojos de sorpresa de los visitantes y reconocerles expresiones como que han vivido en Bogotá toda la vida y no conocía esta zona de la ciudad en la que nacieron. Me siento segura. Entonces, esos ojos con los que yo apreció a la capital, y verlo como ellos también lo hacen, son de las emociones más bonitas que he tenido; porque así, se lo muestro a los turistas que vienen de El Salvador, de República Dominicana, de Chile, de México, de Ecuador. Cada vez que llegan personas de distintos lugares a Bogotá y ver el reflejo de sus emociones es lo más bonito que me ha sucedido en esta profesión”.

 

¿Cómo imagina la vida con esta “Nueva Normalidad” y los retos que trae con ella?

 

“Debemos ser conscientes de que debemos convivir con el virus, que tanto nos ha complicado en nuestra forma de relacionarnos en espacios abiertos y cerrados. Pero el mensaje de cuidado colectivo es vital. Nosotros estamos comunicando de forma constante, el autocuidado que es importante para afrontar los retos que ahora desarrollamos. ¡No podemos bajar la guardia con el distanciamiento social, el uso del tapabocas y el lavado de manos frecuente!”. 

 

¿Cree que volverán turistas a Bogotá, y de otras partes del país y del mundo?

 

“De eso no tengo duda. Esta es una ciudad muy encantadora. Lo he comprobado con los turistas que vinieron a Colombia y con los que tengo comunicación constante, y quieren volver porque nuestra capital se fijó en su memoria afectiva. Además, identifican a Bogotá-Región, como una ciudad sorpresa. Los colombianos hemos valorado más a la capital de nuestro país, y la han identificado como un destino por descubrir, para descansar y pasar vacaciones”. 

 

Coméntenos sobre el plan de reactivación de la ciudad, en el caso específico de La Candelaria

 

“Nosotros estamos con unos personajes de la historia de la localidad, como son: Manuelita Sáenz, La Loca Margarita, Policarpa Salavarrieta, entre otros. Los horarios estipulados van de miércoles a domingo de 1:00 p.m. a 5:00 p.m. con ocho personajes, posteriormente, de 5:00 p.m. a 9:00 p.m. con 12 actores entre fantasmas y personajes históricos, que han tenido relevancia en la ciudad y el país. Además, contamos con la oferta de restaurantes dentro del programa “Bogotá a Cielo Abierto”. Nos estamos cuidando y en ellos, se diseñaron las cartas con lecturas de Código QR, con una pulcritud increíble y eso es muy bueno, porque ahora se puede ver no solo acá en el Chorro de Quevedo, sino hasta en la Plaza de Mercado de La Concordia. 

En los puestos de ventas de artesanías hay gel antibacterial, alcohol para los zapatos y baños habilitados para lavarse las manos. Eso es un gran avance, que también se ha visto con los joyeros, a quienes también les ha ido un poco mejor con la llegada de nuevos turistas”. 

 

¿Cuál es la importancia de que estos personajes se presenten en las calles?

 

“En diversas ocasiones hemos pasado por estas calles, y ellos, los actores, le dan vida a esos recorridos que aguardan historia que desconocemos. Estas actividades aportan a la cadena de valor; porque comienzan con un recorrido callejero y se beneficia el artesano, la cafetería, el transportista, los restaurantes, el confeccionista, el joyero y el que ofrece artesanías”.