
En Bogotá, se ha puesto en marcha un plan de choque en el Centro Histórico y en el Parque Santander para combatir presuntos casos de extorsión a turistas y la explotación de animales. La decisión de las autoridades se tomó a raíz de denuncias que señalan a personas que, bajo la excusa de ofrecer fotografías con llamas, estarían intimidando a los visitantes para exigirles dinero.
La Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo Bogotá, en conjunto con la Policía Metropolitana de Bogotá, anunció que intensificarán su presencia y sus controles en estas zonas estratégicas. El director de Turismo Bogotá, Andrés Santamaría, expresó su rechazo a estos actos. “Bogotá debe seguir siendo un destino seguro, responsable y respetuoso con todos los seres vivos. Estamos trabajando de manera articulada con la Policía de Turismo para sancionar a quienes incurran en estas prácticas ilegales”, afirmó el funcionario.
Las denuncias, que incluso incluyen videos que circulan en redes sociales, han puesto en evidencia la problemática de los llamados «llameros». Estos individuos utilizan a los animales como un atractivo turístico, lo que constituye un claro caso de explotación animal, una práctica que está prohibida en la ciudad.
Por su parte, el capitán Julián Briceño, jefe del Grupo de Protección al Turismo y Patrimonio Nacional, aseguró que ya se están llevando a cabo operativos de control para prevenir estos casos. «Invitamos a la ciudadanía a denunciar oportunamente y recomendamos a los turistas buscar siempre el acompañamiento de la Policía cuando hagan uso de este tipo de atractivos, para evitar ser objeto de engaños o hechos delictivos”, señaló.
El problema ya está siendo abordado por la administración del alcalde Carlos Fernando Galán, quien el 25 de julio de 2025 anunció un plan para erradicar el uso de llamas como atractivo turístico. Turismo Bogotá ya ha puesto en marcha un censo para identificar a los animales y a las familias involucradas en esta actividad.
El plan no solo busca proteger a los animales, sino también ofrecer una solución a las familias que dependen de esta práctica. Para ello, se está diseñando un programa de transición que les brindará alternativas económicas, capacitación y reconversión laboral.
Vía: Minuto30