La gastronomía se conviertió en símbolo de orgullo y unión en Bogotá gracias a la estrategia distrital ‘Sabor Bogotá’, impulsada desde la Secretaría de Cultura bajo la instrucción del alcalde mayor, Carlos Fernando Galán. Así lo planteó en entrevista con Infobae Colombia la Subsecretaria de Cultura Ciudadana y Gestión del Conocimiento de Bogotá, Angélica Martínez Torres, que destacó el objetivo de fortalecer el sentido de pertenencia a través de la cocina y las tradiciones culinarias.
“Sabor Bogotá es una estrategia liderada desde la Secretaría de Cultura, pero es una estrategia distrital en donde el alcalde mayor, Carlos Fernando Galán, nos dio la instrucción de fortalecer el orgullo de la ciudad a través de algo que nos une a todos y es la comida”, afirmó Martínez en conversación con el medio.
La funcionaria explicó que la gastronomía, más allá de recetas y técnicas, constituye “un puente para el reconocimiento, el diálogo y la identidad en una Bogotá diversa y en constante movimiento”. En sus palabras, “la gastronomía nos permite acercarnos, tender nuevos diálogos y abrir otras conversaciones”.
La comida y la cultura
La comida y la cultura en Bogotá logran unir a la ciudadanía más allá de las divisiones políticas y sociales - crédito Angélica Martínez Torres/X
Bogotá, un escenario intercultural de diálogo de saberes y sabores
A lo largo de los últimos años, la capital ha sido escenario de una reconfiguración cultural impulsada por políticas que ponen el foco en la participación ciudadana y la visibilización de saberes colectivos. “No podíamos quedarnos en la disputa de quién tiene la mejor receta; el propósito es que el barrio nos una, que se reconozca la historia y el trabajo colectivo de quienes llevan décadas transmitiendo saber y sabor”, recalcó la funcionaria.
Para Martínez, el poder transformador de la comida ha quedado demostrado: “La gastronomía une, a veces lo que la política y los odios en redes sociales dividen, la cultura y la comida logran que nos encontremos de otra manera. A esos festivales llegaron familias, mascotas, vecinos, y fue realmente increíble el ambiente que se vivió”.
Durante la conversación, la subsecretaria insistió en que la gastronomía es hoy un hilo conductor en la construcción del tejido social y cultural: “La comida nos permite acercarnos, tender nuevos diálogos y abrir otras conversaciones. Vimos que en la ciudad existe una agenda pública en gastronomía, pero sin una base institucional fuerte, y por eso apostamos a construir casi una gobernanza propia”.
Sabor Bogotá, su origen, evolución y apuesta intercultural
La estrategia Sabor Bogotá toma cuerpo a partir de la percepción de que la cocina —con su multiplicidad de tradiciones, costumbres y propuestas— era algo más que una actividad económica: era un escenario de memoria, diversidad y orgullo colectivo.
“Cuando llegamos a la secretaría, nos dimos cuenta que había una agenda pública muy fuerte en gastronomía, pero que no existía una base institucional robusta en los últimos años en la ciudad”, relató Martínez . Por ello, bajo la directriz del alcalde Carlos Fernando Galán, se propuso “construir una gobernanza de la gastronomía, en la que se sentaran alrededor de la mesa entidades como la Secretaría de Desarrollo Económico, el Instituto Distrital de Turismo, el IPES, las alcaldías locales y otros actores”.
Este proceso —más que rediseñar convocatorias o crear festivales nuevos— implicó construir consensos, distribuir recursos y diseñar instrumentos para potenciar no solo la participación ciudadana, sino el desarrollo económico y la reactivación de un sector golpeado por la pandemia.
Sobre los inicios de la estrategia, la subsecretaria precisó que: “Comenzamos en 2024 con una invitación cultural que heredamos llamada ‘Bogotá Saborea Centro - Saborea Llanos’, la cual contaba entonces con treinta millones de pesos. La llevamos a cien millones y logramos que sesenta restaurantes se inscribieran, aunque éramos apenas dos personas en el equipo”.
El fortalecimiento se reflejó en que “en 2025 la inversión fue cercana a seiscientos millones de pesos solo desde la Secretaría de Cultura, y cada entidad sumó recursos y capacidades para fortalecer la estrategia. Desde Chon Bogotá, que impulsa capacidades productivas, hasta la promoción internacional con el Instituto Distrital de Turismo, la clave estuvo en trabajar juntos, cada uno desde su misión”.
Un caso ilustrativo fue el Festival de la Lechona: “Hicimos una prueba piloto, y lo interesante fue ver cómo los lechoneros decidieron dejar a un lado la rivalidad y empezar a reconocerse por lo que compartían: la tradición y el orgullo de su barrio. Ese fue el aprendizaje más grande: que juntos podemos tener mayor proyección y resonancia”.
Vía: Infobae

