
• Más de 1.900 personas fueron sensibilizadas en estaciones de TransMilenio y en la activación en el kilómetro 4 vía la Calera, y acompañamos en el Camino San Francisco-Vicachá, a 30 sobrevivientes como parte de la estrategia del IDT contra la trata de personas.
• Con el liderazgo de la Oficina de Turismo de Bogotá y la participación de diez entidades aliadas, Bogotá desplegó acciones preventivas en zonas de alta circulación ciudadana.
Bogotá, 30 de julio de 2025. En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, la Oficina de Turismo de Bogotá, junto con entidades del Gobierno Nacional y Distrital, se lideraron jornadas pedagógicas que reafirmaron el compromiso de la ciudad con la protección de los derechos humanos y la construcción de un turismo libre de toda forma de explotación.
Las actividades, desarrolladas en el contexto del proyecto Zonas Seguras, Libres de ESCNNA y Trata de Personas, permitieron sensibilizar a más de 1.900 personas, a través de acciones pedagógicas de alto impacto en el espacio público, con mensajes orientados a la prevención y la identificación de señales de este delito silencioso y devastador.
Una de las intervenciones más significativas se llevó a cabo el 29 de julio en el sistema de transporte masivo TransMilenio. En estaciones estratégicas —entre ellas Portal El Dorado, Calle 85, Héroes, Avenida Jiménez—, equipos de Turismo Bogotá, el Ministerio del Interior y TransMilenio S.A., acompañados por la Policía de Nacional, Secretaría de Gobierno, IDIPRON, la Fiscalía General de la Nación, la Secretaría de Seguridad, realizaron una activación masiva con entrega de material informativo, mensajes clave en intervención uno a uno, intervenciones a grupos en espera de su transporte y el uso de herramientas tecnológicas como códigos QR para informar a los ciudadanos sobre cómo identificar y denunciar la trata de personas.
Días antes, el 26 de julio, se llevó a cabo una caminata simbólica por el sendero San Francisco – Vicachá, en alianza con el Jardín Botánico de Bogotá. En esta jornada participaron sobrevivientes de la trata de personas, sus familias y representantes de las entidades aliadas. A través de la experiencia "Respirando en Calma", inspirada en los baños de bosque japoneses, se promovió la sanación, la reflexión y el reconocimiento del derecho a una vida libre de violencia. Durante el recorrido, se integraron momentos pedagógicos guiados por profesionales en terapias de naturaleza y educación ambiental, generando un espacio de conexión y memoria colectiva en un entorno natural privilegiado.
Así mismo, llevamos a cabo en alianza con las entidades del Distrito y material publicitario de la estrategia nacional contra la trata #dequetratalatrata, una intervención a 210 transeúntes, comerciantes y usuarios del mirador del kilómetro 4 vía a la Calera, con un mensaje de prevención, identificación y reporte.
Estas acciones se enmarcan en la estrategia “Turismo que Cuida”, impulsada por Turismo Bogotá, en una apuesta por consolidar entornos seguros para residentes y visitantes, fomentar la corresponsabilidad social frente a este delito y construir una cultura turística basada en la dignidad, el respeto y la defensa de los derechos fundamentales.
“En Bogotá reafirmamos nuestro compromiso con la prevención de la trata de personas, una labor que asumimos con responsabilidad, en articulación con otras entidades y de cara a la ciudadanía. Sabemos que no puede haber turismo sostenible ni desarrollo territorial si no garantizamos entornos seguros para quienes habitan y visitan Bogotá. Nuestro deber es construir experiencias turísticas en las que la vida, la dignidad y los derechos estén siempre en el centro”, aseguró Andrés Santamaría, director de la Oficina de Turismo de Bogotá.
Con las jornadas de sensibilización, estaciones del sistema integrado de TransMilenio intervenidas, el Mirador de la Calera y una caminata simbólica con sobrevivientes, Bogotá envía un mensaje firme: el turismo no puede ser indiferente ante la violencia ni cómplice en silencio.
Una ciudad que protege, una ciudad que actúa
La trata de personas rompe vidas, y desde Bogotá respondemos con acciones concretas, presencia institucional y pedagogía constante. En cada sendero, estación, empresa y recorrido turístico, construimos una ciudad donde cada persona cuenta, donde la libertad no se negocia y donde el turismo se convierte en una herramienta para cuidar, transformar y sanar.
Bogotá no tolera la trata. Promovemos un turismo que cuida, transforma y preserva la vida.